Entonces el venerable Upāli se acercó al Buddha, se inclinó, se sentó a un lado y le dijo:
—Señor, ¿por cuántas razones el Tathāgata estableció las reglas del entrenamiento para sus discípulos y recitó el código monástico?
—Upāli, el Tathāgata estableció las reglas del entrenamiento para sus discípulos y recitó el código monástico por diez razones.
—¿Qué diez?
—Para el bienestar del Saṅgha y por la comodidad del Saṅgha. Para mantener a raya a las personas difíciles y para el consuelo de los bhikkhus benevolentes. Para refrenar las tendencias subyacentes que afectan la vida presente y proteger contra las tendencias subyacentes que afectan las vidas futuras. Para inspirar confianza en quienes no la tienen y aumentar la confianza en quienes la tienen. Para la continuación de la verdadera Enseñanza y el apoyo a la Disciplina.
El Tathāgata estableció las reglas del entrenamiento para sus discípulos y recitó el código monástico por estas diez razones.