—Hay, bhikkhus, estas dos asambleas.
—¿Qué dos?
—Una asamblea que valora las cosas materiales, no la verdadera Enseñanza, y una asamblea que valora la verdadera Enseñanza, no las cosas materiales.
—¿Y qué es una asamblea que valora las cosas materiales, no la verdadera Enseñanza?
—Es una asamblea donde los bhikkhus se elogian frente a los que visten las ropas blancas de un cabeza de familia, diciendo: «El bhikkhu fulano de tal está liberado en ambos sentidos; fulano de tal está liberado por la sabiduría; fulano de tal ha realizado la verdad última por medio del cuerpo; fulano de tal ha alcanzado la fe; fulano de tal está liberado por la fe; fulano de tal es un seguidor de las Enseñanzas; fulano es un seguidor por la fe; fulano de tal es ético, de buen carácter; fulano de tal no es ético, de mal carácter».
De esta forma obtienen cosas materiales. Y cuando consiguen estas cosas, las usan aferrados, encaprichados, apegados, ciegos a los inconvenientes, sin entender el escape. A esto se le llama una asamblea que valora las cosas materiales, no la verdadera Enseñanza.
—¿Y qué es una asamblea que valora la verdadera Enseñanza, no las cosas materiales?
—Es una asamblea donde los bhikkhus no se elogian frente a los que visten las ropas blancas de un cabeza de familia, diciendo: «El bhikkhu fulano de tal está liberado en ambos sentidos; fulano de tal está liberado por la sabiduría; fulano de tal ha realizado la verdad última por medio del cuerpo; fulano de tal ha alcanzado la fe; fulano de tal está liberado por la fe; fulano de tal es un seguidor de las Enseñanzas; fulano es un seguidor por la fe; fulano de tal es ético, de buen carácter; fulano de tal no es ético, de mal carácter».
De esta forma obtienen cosas materiales. Y cuando obtienen estas cosas, las usan desprendidos, desapegados, distantes, viendo los inconvenientes y entendiendo el escape. A esto se le llama una asamblea que valora la verdadera Enseñanza, no las cosas materiales. Estas son las dos asambleas.