—Bhikkhus, suponed que dijeran: «Cualquier acción que se realice, se experimenta el mismo resultado». Si fuera así, la vida de renuncia no podría ser vivida y no habría posibilidad de acabar por completo con el sufrimiento.
Suponed que dijeran: «En relación a la persona que realiza la acción, de esta manera se experimenta el resultado». Siendo esto así, la vida de renuncia puede ser vivida y existe la posibilidad de poner fin por completo al sufrimiento.
Tomemos el caso de una persona que comete una mala acción trivial, pero la lleva al infierno. Mientras tanto, otra persona hace la misma mala acción trivial, pero la experimenta en la vida actual, sin que le quede ni un poco, por no hablar de mucho.
—¿Qué tipo de persona comete una mala acción trivial, pero la lleva al infierno?
—Una persona que no ha cultivado su desarrollo ético, en concentración y en sabiduría. Es mezquina y malvada, vive en sufrimiento. Ese tipo de persona hace una mala acción trivial, pero la lleva al infierno.
—¿Qué tipo de persona hace la misma mala acción trivial, pero la experimenta en la vida actual, sin que le quede ni un poquito, por no hablar de mucho?
—Una persona que ha cultivado su desarrollo ético, en concentración y en sabiduría. No es mezquina, sino de gran corazón, que vive sin límites. Ese tipo de persona hace la misma mala acción trivial, pero la experimenta en la vida actual, sin que le quede ni un poquito, por no hablar de mucho.
Supongamos que una persona echara un trozo de sal en un tazón pequeño de agua. ¿Qué os parece, bhikkhus? ¿Ese pequeño cuenco de agua se volvería salado e imbebible?
—Sí, señor.
—¿Por qué es eso?
—Porque solo hay un poco de agua en el cuenco.
—Supongamos que una persona arrojara un trozo de sal al río Ganges. ¿Qué os parece, bhikkhus? ¿El río Ganges se volvería salado e imbebible?
—No, señor.
—¿Por qué es eso?
—Porque el río Ganges es una gran masa de agua.
—Así es en el caso de una persona que comete una mala acción trivial, pero la lleva al infierno. Mientras tanto, otra persona hace la misma mala acción trivial, pero la experimenta en la vida actual, sin que le quede ni un poco, por no hablar de mucho…
Tomemos el caso de una persona que es encarcelada por robar media moneda de cobre, una moneda de cobre o cien monedas de cobre. Mientras que otra persona no sea encarcelada por robar media moneda de cobre, una moneda de cobre o cien monedas de cobre. ¿Qué tipo de persona es encarcelada por robar media moneda de cobre, una moneda de cobre o cien monedas de cobre?
—Una persona pobre, con pocas posesiones y poca riqueza. Ese tipo de persona es encarcelada por robar media moneda de cobre, una moneda de cobre o cien monedas de cobre.
—¿Qué clase de persona no es encarcelada por robar media moneda de cobre, una moneda de cobre o cien monedas de cobre?
—Una persona rica, adinerada y acaudalada. Ese tipo de persona no es encarcelada por robar media moneda de cobre, una moneda de cobre o cien monedas de cobre.
Así es en el caso de una persona que comete una mala acción trivial, pero se va al infierno. Mientras tanto, otra persona hace la misma mala acción trivial, pero la experimenta en la vida actual, sin que le quede ni un poco, por no hablar de mucho…
Es como un comerciante de ovejas o un carnicero. Puede ejecutar, encarcelar, multar o castigar a una persona que les robe, pero no a otra. ¿A qué tipo de persona pueden castigar?
—A una persona pobre, con pocas posesiones y poca riqueza. Ese es el tipo de persona a la que pueden castigar.
—¿Qué tipo de persona no pueden castigar?
—Una persona rica, adinerada y acaudalada. Ese es el tipo de persona a la que no pueden castigar. De hecho, todo lo que pueden hacer es levantar las palmas juntas y preguntar: «Por favor, buen señor, déme mi oveja o págame por ella».
Así es en el caso de una persona que comete una mala acción trivial, pero la lleva al infierno. Mientras tanto, otra persona hace la misma mala acción trivial, pero la experimenta en la vida actual, sin que le quede ni un poco, por no hablar de mucho…
Bhikkhus, suponed que dijeran: «Cualquier acción que se realice, se experimenta el mismo resultado». Si fuera así, la vida de renuncia no podría ser vivida y no habría posibilidad de acabar por completo con el sufrimiento.
Suponed que dijeran: «En relación a la persona que realiza la acción, de esta manera se experimenta el resultado». Siendo esto así, la vida de renuncia puede ser vivida y existe la posibilidad de poner fin por completo al sufrimiento.