Esto he oído.
Hubo un tiempo en que el Buddha se encontraba en la tierra de los sākkas, cerca de Kapilavatthu en el Monasterio del Baniano. Para ese momento, el Buddha se había recuperado recientemente de una enfermedad. Entonces Mahānāma, el sākka, se acercó al Buddha, se inclinó, se sentó a un lado y le dijo:
—Durante mucho tiempo, señor, he entendido su enseñanza así: «El conocimiento es para aquellos con concentración, no para aquellos sin concentración». Pero, señor, ¿viene primero la concentración y luego el conocimiento? ¿o el conocimiento viene primero y luego la concentración?
Entonces el venerable Ānanda pensó: «El Buddha se ha recuperado recientemente de una enfermedad y este Mahānāma le hace una pregunta que es demasiado profunda. ¿Por qué no lo llevo a un lado y le imparto la Enseñanza?».
Entonces Ānanda tomó a Mahānāma del brazo, lo llevó a un lado y le dijo:
—Mahānāma, el Buddha ha hablado de la ética, la concentración y la sabiduría de un aprendiz, y la ética, la concentración y la sabiduría de un Digno.
—¿Cuál es la ética de un aprendiz?
—Cuando un bhikkhu es ético, restringido en el código monástico, con buen comportamiento y seguidores. Al ver el peligro en la más mínima falta, mantiene las reglas a las que se ha comprometido. A esto se le llama la ética de un aprendiz.
—¿Y qué es la concentración de un aprendiz?
—Cuando un bhikkhu, completamente apartado de los placeres sensoriales, apartado de las cualidades perjudiciales, entra y se sumerge en la primera jhāna… segunda jhāna… tercera jhāna… cuarta jhāna. A esto se le llama la concentración de un aprendiz.
—¿Y cuál es la sabiduría de un aprendiz?
—Cuando realmente entiende: «Esto es sufrimiento». «Este es el origen del sufrimiento». «Este es el cese del sufrimiento». «Esta es la práctica que lleva al cese del sufrimiento». A esto se le llama la sabiduría de un aprendiz.
Entonces, un discípulo noble, con experiencia en ética, contemplación y sabiduría, entiende verdaderamente la liberación de la conciencia y la liberación mediante la episteme en esta misma vida. Y vive habiéndolas realizado con sus propias habilidades paranormales debido a la erradicación de las tendencias subyacentes.
De esta manera, el Buddha ha hablado de la ética, la concentración y la sabiduría tanto de un aprendiz como de un Digno.