—Bhikkhus, estos son los tres entrenamientos.
—¿Qué tres?
—El entrenamiento en la ética superior, en la concentración y en la sabiduría.
—¿Y cuál es la formación en la ética superior?
—Cuando un bhikkhu es ético, respetuoso con el código monástico, con buen comportamiento y con seguidores. Al ver el peligro en la más mínima falta, mantiene las reglas a las que se ha comprometido. A esto se le llama entrenamiento en la ética superior.
—¿Y cuál es el entrenamiento en concentración?
—Cuando un bhikkhu, completamente apartado de los placeres sensoriales, apartado de las cualidades perjudiciales, entra y se sumerge en la primera jhāna… segunda jhāna… tercera jhāna… cuarta jhāna. A esto se le llama entrenamiento en concentración.
—¿Y cuál es el entrenamiento en sabiduría?
—Cuando un bhikkhu entiende verdaderamente la liberación de la conciencia y la liberación mediante la episteme en esta misma vida. Y vive habiéndolas realizado con sus propias habilidades paranormales debido a la erradicación de las tendencias subyacentes. A esto se le llama entrenamiento en sabiduría.
Estos son los tres entrenamientos.
La ética superior, la concentración
y la sabiduría
deben ser practicadas por aquellos enérgicos, fuertes y decididos,
practicando las jhānas, conscientes, con los sentidos custodiados.
Como era antes, así será después,
como será después, así era antes,
como es abajo, es arriba,
como es arriba, es abajo.
Como es de día, así es de noche,
como es de noche, así es de día.
Habiendo dominado todas las direcciones
con concentración ilimitada,
les llaman un «aprendiz en el camino»
y «el que vive una vida pura».
Pero al sabio que ha llegado al final del camino
lo llaman un «buddha» en el mundo.
Con el cese de la existencia,
liberada por el fin del anhelo,
la liberación de su conciencia
es como una lámpara que se apaga.