—Bhikkhus, estas cuatro personas se encuentran en el mundo.
—¿Qué cuatro?
—En primer lugar, una persona, suficientemente apartada de los placeres sensoriales, apartada de las cualidades perjudiciales, entra y se sumerge en la primera jhāna… contempla los fenómenos allí, incluidos en las qualia, en la reacción emocional, en la percepción, en la situación condicional y la en cognición, como perecederos, como sufrimiento, como algo enfermo, como un absceso, como una espina, como la miseria, como una aflicción, como ajeno, como desmoronándose, como vacío, como «no es mío, no soy yo, sobre esto no tengo control». Cuando su cuerpo se desintegre, después de la muerte, renacerá en compañía de los devas de las moradas puras. Este renacimiento no se comparte con la gente común.
A medida que desaparece el direccionamiento de la mente sobre las formas en movimiento, entra y se sumerge en la segunda jhāna… tercera jhāna… cuarta jhāna… Allí contempla los fenómenos condicionados contenidos en las qualia, en la reacción emocional, en la percepción, en la situación condicional y la en cognición, como perecederos, como sufrimiento, como algo enfermo, como un absceso, como una espina, como la miseria, como una aflicción, como ajeno, como desmoronándose, como vacío, como «no es mío, no soy yo, sobre esto no tengo control». Cuando su cuerpo se desintegre, después de la muerte, renacerá en compañía de los devas de las moradas puras. Este renacimiento no se comparte con la gente común.
Estas son las cuatro personas que se encuentran en el mundo.