—Bhikkhus, un Bienaventurado o la Disciplina de un Bienaventurado permanecen en el mundo para el bienestar y la felicidad de la gente, por misericordia por el mundo, para el beneficio, el bienestar y la felicidad de devas y humanos.
—¿Y quién es el Bienaventurado?
—Cuando un Tathāgata surge en el mundo, un Digno, un Buddha completamente iluminado, realizado en conocimiento y conducta, bendito, conocedor del mundo, guía incomparable para los que deben ser entrenados, maestro de devas y humanos, despierto, bendecido. Este es un Bienaventurado.
—¿Y cuál es la Disciplina de un Bienaventurado?
—Él imparte la Enseñanza que es buena al principio, buena en el medio y buena al final, significativa y bien redactada. Y revela una práctica que es completamente plena y pura. Esta es la Disciplina de un Bienaventurado. Así es como un Bienaventurado o la Disciplina de un Bienaventurado permanece en el mundo para el bienestar y la felicidad de la gente, por misericordia por el mundo, para el beneficio, el bienestar y la felicidad de devas y humanos.
Estas cuatro cosas conducen al declive y la desaparición de la verdadera Enseñanza.
—¿Qué cuatro?
—En primer lugar, los bhikkhus memorizan discursos que aprendieron incorrectamente, con palabras y frases fuera de lugar. Cuando las palabras y las frases están fuera de lugar, el significado se malinterpreta. Esto es lo primero que conduce al declive y desaparición de la verdadera Enseñanza.
Además, los bhikkhus son difíciles de amonestar, pues tienen defectos que los hacen difíciles de amonestar. Son impacientes y no toman las instrucciones con respeto. Esto es lo segundo que lleva al declive y desaparición de la verdadera Enseñanza.
Además, los bhikkhus que son cultos, conocedores de las enseñanzas, que han memorizado las enseñanzas, la ley monástica y las notas para recordar algunos puntos de la exposición, no hacen que otros reciten los discursos con cuidado. Cuando mueren, los discursos se cortan de raíz, sin nadie que los conserve. Esta es la tercera cosa que conduce al declive y desaparición de la verdadera Enseñanza.
Además, los bhikkhus mayores son indulgentes y holgazanes, líderes en la reincidencia, descuidando la reclusión, sin despertar la energía para alcanzar lo inalcanzable, lograr lo inalcanzado y realizar lo irrealizado. Los que vienen después de ellos siguen su ejemplo. Ellos también se vuelven indulgentes y holgazanes, líderes en la reincidencia, descuidando la reclusión, sin despertar la energía para alcanzar lo inalcanzable, lograr lo inalcanzado y realizar lo irrealizado. Esta es la cuarta cosa que conduce al declive y desaparición de la verdadera Enseñanza.
Estas son cuatro cosas que llevan al declive y la desaparición de la verdadera Enseñanza.
Estas cuatro cosas llevan a la continuidad, persistencia y perdurabilidad de la verdadera Enseñanza.
—¿Qué cuatro?
—En primer lugar, los bhikkhus memorizan discursos que se ha aprendido correctamente, con palabras y frases bien colocadas. Cuando las palabras y frases está bien ubicadas, el significado se interpreta correctamente. Esto es lo primero que lleva a la continuidad, persistencia y perdurabilidad de la verdadera Enseñanza.
Además, los bhikkhus son fáciles de amonestar y tiene cualidades que los hace fáciles de amonestar. Son pacientes y reciben las instrucciones con respeto. Esta es la segunda cosa que lleva a que la verdadera Enseñanza se conserve, persevere y no desaparezca.
Además, los bhikkhus que son cultos, conocedores de las Escrituras, que ha memorizado las enseñanzas, la ley monástica y las notas para recordar algunos puntos de la exposición, hacen que otros reciten cuidadosamente los discursos. Cuando mueren, los discursos no se cortan de raíz y tienen a alguien que los preserva. Esta es la tercera cosa que lleva a la continuidad, persistencia y perdurabilidad de la verdadera Enseñanza.
Además, los bhikkhus mayores no son indulgentes ni holgazanes, ni son descarriados, en cambio, toman la iniciativa en la reclusión, despertando energía para alcanzar lo no alcanzado, lograr lo no logrado y realizando lo no realizado. Los que vienen después de ellos siguen su ejemplo. Ellos tampoco son indulgentes ni holgazanes… Esta es la cuarta cosa que lleva a que la verdadera Enseñanza se conserve, persevere y no desaparezca.
Estas son cuatro cosas que conducen a la continuidad, persistencia y perdurabilidad de la verdadera Enseñanza.