Esto he oído.
En una ocasión, el venerable Ānanda se estaba quedando cerca de Kosambi, en el Monasterio de Ghosita. Allí Ānanda se dirigió a los bhikkhus:
—¡Venerables bhikkhus!
—Venerable —respondieron.
Ānanda dijo esto:
—Venerables, todos los bhikkhus y bhikkhunīs que declaran en mi presencia que han alcanzado la emancipación final, lo hicieron por uno u otro de estos cuatro caminos.
—¿Qué cuatro?
—Un bhikkhu desarrolla la tranquilidad antes que la intuición. Al hacerlo, nace un camino. Lo practica, lo desarrolla y lo aprovecha. Al hacerlo, abandona las adicciones y elimina las tendencias subyacentes.
Otro bhikkhu desarrolla la intuición antes que la tranquilidad. Al hacerlo, nace un camino. Lo practica, lo desarrolla y lo aprovecha. Al hacerlo, abandona las adicciones y elimina las tendencias subyacentes.
Otro bhikkhu desarrolla la tranquilidad y la intuición en conjunto. Al hacerlo, nace un camino. Lo practica, lo desarrolla y lo aprovecha. Al hacerlo, abandona las adicciones y elimina las tendencias subyacentes.
La mente de otro bhikkhu es dominada por la inquietud por realizar la Enseñanza. Pero llega un momento en que su mente se aquieta internamente, se asienta, se unifica y se sumerge en contemplación. Al hacerlo, nace un camino. Lo practica, lo desarrolla y lo aprovecha. Al hacerlo, abandona las adicciones y elimina las tendencias subyacentes.
Todos los bhikkhus y bhikkhunīs que declaran en mi presencia que han alcanzado la emancipación final, lo hicieron por uno u otro de estos cuatro caminos.