AN 4.23: El mundo

—Bhikkhus, el mundo ha sido comprendido por el Tathāgata, y está desaferrado del mundo. El origen del mundo ha sido comprendido por el Tathāgata, y ha abandonado el origen del mundo. La cesación del mundo ha sido entendida por el Tathāgata, y ha logrado el cese del mundo. La práctica que conduce al cese del mundo ha sido entendida por el Tathāgata, y ha desarrollado la práctica que conduce al cese del mundo.

En este mundo, con sus devas, Māras y Brahmās, en esta población con sus ascetas y brahmines, sus devas y humanos, todo lo que la mente ve, oye, piensa, conoce, busca y explora, todo lo que ha sido entendido por el Tathāgata. Por eso se le llama «el Realizado».

Todo lo que el Tathāgata dice, pronuncia, explica en detalle, en el intervalo de tiempo entre aquella noche en que logra la iluminación perfecta insuperable y la noche en que alcanza el Nibbāna final, todo esto es así, y no de otra manera. Por eso se le llama «el Realizado».

El Tathāgata hace lo que dice y dice lo que hace. Dado que esto es así, por eso se le llama «el Realizado». En este mundo, con sus devas, Māras y Brahmās, en esta población con sus ascetas y brahmanes, devas y humanos, el Tathāgata es el invicto, el campeón, el vidente universal, el poseedor del poder. Por eso se le llama «el Realizado».

Conociendo directamente el mundo entero tal como es,

y todo lo que hay en él,

está desaferrado del mundo entero,

desvinculado del mundo entero.

Ese sabio es el campeón

quien ha escapado de todas las ataduras.

Ha alcanzado la paz final:

el Nibbāna, sin temer nada de ninguna parte.

Él es el Buddha, con las tendencias subyacentes terminadas,

sin problemas, con las dudas cortadas.

Ha alcanzado el fin de todo resultado de las acciones,

liberado con el fin de los aferramientos.

Ese Bendito es el Buddha,

es el león supremo,

en todo el mundo con sus devas,

hace girar la Rueda sagrada.

Y así, esos devas y humanos,

que han ido al Buddha en busca de refugio,

se unen y lo reverencian,

el grande, se deshace de la ingenuidad:

Domado, es el mejor de los domadores,

pacífico, es el ermitaño entre los pacíficos,

liberado, es el principal de los liberadores,

quien ha cruzado, es el más excelente de los guías.

Y así lo reverencian,

el grande, se deshace de la ingenuidad.

En el mundo con sus devas,

él no tiene contraparte.

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