—Bhikkhus, esta vida de renuncia no se vive para engañar ni adular a la gente, ni para la ganancia, el honor o la popularidad, ni para ganar debates, ni para pensar: «¡Que la gente sepa de mí!». Esta vida de renuncia se vive en aras de la abstinencia, el abandono, el desaferramiento y el Nibbāna.
El Buddha enseñó la vida de renuncia
no por la tradición,
sino por la abstinencia y el desaferramiento,
y porque culmina en el Nibbāna.
Este es el camino que siguen los grandes sabios,
los grandes ermitaños.
Aquellos que lo practican como fue enseñado por el Buddha,
siguiendo las órdenes del maestro, ponen fin al sufrimiento.