AN 4.37: No declive

—Bhikkhu, un bhikkhu que tiene cuatro cualidades no puede declinar y está cerca del Nibbāna.

—¿Qué cuatro?

—Un bhikkhu tiene éxito en la ética, protege las puertas de los sentidos, come con moderación y está vigilante.

—¿Y cómo se logra un bhikkhu en ética?

—Cuando un bhikkhu es ético, respetuoso con el código monástico, se porta bien y busca limosna en los lugares adecuados. Al ver el peligro en la más mínima falta, mantiene las reglas a las que se ha comprometido. Así es como se logra un bhikkhu en ética.

—¿Y cómo guarda un bhikkhu las puertas de los sentidos?

—Cuando un bhikkhu ve una imagen con sus ojos, no se deja atrapar por sus detalles y características. Si la facultad de la vista se dejara sin restricción, los estados mentales perjudiciales del ansia y de la aversión se volverían abrumadores. Por esta razón, practica la restricción, protegiendo la facultad de la vista y logrando restringirla. Escucha un sonido con sus oídos… Huele un olor con su nariz… Saborea un sabor con su lengua… Siente un tacto con su cuerpo… Conoce una idea con su intelecto, pero no queda atrapado en las características y los detalles. Si la puerta de las ideas se dejara sin restricción, los estados mentales perjudiciales del ansia y de la aversión se volverían abrumadores. Por esta razón, practica la restricción, protegiendo la puerta de las ideas y logrando restringirla.

—¿Y cómo come un bhikkhu con moderación?

—Cuando un bhikkhu reflexiona adecuadamente sobre la comida que come: «No por diversión, indulgencia, adorno o decoración, sino solo para sostener este cuerpo, evitar daños y apoyar la práctica. De esta manera, acabaré con las viejas molestias y no daré lugar a nuevas molestias, y viviré sin culpa y a gusto». Así es como un bhikkhu come con moderación.

—¿Y cómo se dedica un bhikkhu a la vigilancia?

—Cuando un bhikkhu practica el entrenamiento caminando y sentado durante el día, purificando su mente de los obstáculos. Por la noche, continúa practicando el entrenamiento caminando y sentado. En medio de la noche, se acuesta en la postura del león, del lado derecho, colocando un pie encima del otro, cuidadoso y lúcido, y concentrado al momento de levantarse. En la última parte de la noche, se levanta y continúa practicando el entrenamiento caminando y sentado, purificando su mente de los obstáculos.

Así es como un bhikkhu se dedica a la vigilancia.

Un bhikkhu que tiene estas cuatro cualidades no puede declinar y está cerca del Nibbāna.

Establecido en la ética,

restringido en las facultades de los sentidos,

comiendo con moderación

y dedicado a la vigilancia,

un bhikkhu vive así, con gran energía,

incansable toda la noche y el día,

desarrollando cualidades meritorias,

en aras de encontrar un santuario.

Un bhikkhu al que le encanta ser diligente,

que ve el miedo en la negligencia,

no puede declinar

y se ha acercado al Nibbāna.

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