AN 4.5: Con la corriente

—Estas cuatro personas se encuentran en el mundo.

—¿Qué cuatro?

—Una persona que va con la corriente, una persona que va contra la corriente, una persona firme, y un brahmán que ha cruzado la corriente y está en la orilla lejana.

—¿Y quién es la persona que va con la corriente?

—Es una persona que participa de los placeres sensoriales y hace malas acciones. A ésta se le llama una persona que va con la corriente.

—¿Y quién es la persona que va contra corriente?

—Es una persona que no participa de los placeres sensoriales ni hace malas acciones. Vive la vida de renuncia plena y pura en el dolor y la tristeza, sollozando, con lágrimas en los ojos. A ésta se le llama una persona que va en contra de la corriente.

—¿Y quién es la persona firme?

—Es una persona que, con la extinción de las cinco adicciones que unen al mundo inferior, renace sin padres. Allí se extingue y no es probable que regrese de ese mundo. A ésta se le llama una persona firme.

—¿Y quién es un brahmán que ha cruzado la corriente y está en la orilla lejana?

—Es una persona que entiende verdaderamente la liberación de la conciencia y la liberación mediante la episteme en esta misma vida. Y permanece habiendo experimentado por sí mismo, con sus habilidades paranormales, el final de tendencias subyacentes. A esto se le llama brahmán que ha cruzado y que se encuentra en la orilla opuesta.

Estas son las cuatro personas que se encuentran en el mundo.

Todas aquellas personas con sensorialidad desenfrenada,

atadas a la lujuria, gozando de placeres sensoriales en esta vida:

una y otra vez, vuelven al nacimiento y a la vejez,

los que se van con la corriente está hundidos en el ansia.

Entonces, un sabio en esta vida, con práctica correcta establecida,

no participa de los placeres sensoriales y las malas acciones.

Dolorosamente renuncia a los placeres sensoriales:

a esa persona le llaman «el que va contra corriente».

Alguien que ha renunciado a las cinco adicciones inferiores,

un aprendiz perfecto, no susceptible de declinar,

que ha dominado su mente, con facultades inmersas en contemplación,

a éste se le llama «una persona firme».

El sabio que ha comprendido todas las cosas, altas y bajas,

que las limpió y las terminó, para que ya no existan,

que completó la vida de renuncia y se fue al fin del mundo,

se le llama «el que se ha ido más allá».

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