Esto he oído.
En una ocasión, el Buddha se encontraba cerca de Sāvatthī en la arboleda de Jeta, el monasterio de Anāthapiṇḍika. Allí, el Buddha se dirigió a los bhikkhus:
—¡Bhikkhus!
—Venerable señor —respondieron.
El Buddha dijo esto:
—Bhikkhus, existen estos cinco poderes de un aprendiz.
—¿Qué cinco?
—Los poderes de la fe, de la vergüenza, de la escrupulosidad, del celo y de la sabiduría. Estos son los cinco poderes de un aprendiz.
Por lo tanto, debéis entrenar así: «Tendremos los poderes de la fe, vergüenza, de la escrupulosidad, del celo y de la sabiduría de un aprendiz». Así es como debéis entrenar.
Eso fue lo que dijo el Buddha. Satisfechos, los bhikkhus se alegraron con lo que dijo el Buddha.