—Bhikkhus, existen estos cinco poderes de un aprendiz.
—¿Qué cinco?
—Los poderes de la fe, de la vergüenza, de la escrupulosidad, del celo y de la sabiduría.
—¿Y cuál es el poder de la fe?
—Cuando un discípulo de los nobles tiene fe en el despertar del Tathāgata: «Ese Bendito es un Digno, un Buddha completamente iluminado, realizado en conocimiento y conducta, bienaventurado, conocedor del mundo, guía incomparable para los que deben ser entrenados, maestro de devas y los humanos, despierto, bendecido». A esto se le llama el poder de la fe.
—¿Y cuál es el poder de la vergüenza?
—Cuando un discípulo de los nobles tiene vergüenza. Es vergonzoso con la mala conducta con el cuerpo, con el habla y con la mente, y es vergonzoso por tener defectos malos o perjudiciales. A esto se le llama el poder de la vergüenza.
—¿Y cuál es el poder de la escrupulosidad?
—Cuando un discípulo de los nobles es escrupuloso. Es escrupuloso cuando se trata de una mala conducta con el cuerpo, con el habla y con la mente, y escrupuloso cuando se trata de adquirir defectos malos o perjudiciales. A esto se le llama el poder de la escrupulosidad.
—¿Y cuál es el poder del celo?
—Cuando un bhikkhu es celoso para renunciar a cualidades perjudiciales y abrazar cualidades meritorias. Es fuerte, incondicionalmente vigoroso, no se afloja cuando se trata de desarrollar cualidades meritorias. A esto se le llama el poder del celo.
—¿Y cuál es el poder de la sabiduría?
—Cuando un discípulo de los nobles es sabio. Tiene la sabiduría que distingue entre el surgimiento y el cese, la cual es noble, penetrante y conduce al final completo del sufrimiento. A esto se le llama el poder de la sabiduría. Estos son los cinco poderes de un aprendiz.
Por lo tanto, debéis entrenar así: «Tendremos los poderes de la devoción, de la vergüenza, de la escrupulosidad, del celo y de la sabiduría de un aprendiz». Así es como debéis entrenar.