—Bhikkhus, estas cinco personas se encuentran en el mundo.
—¿Qué cinco?
—Una persona transgrede y se arrepiente. Y no entiende realmente la liberación de la conciencia y la liberación mediante la episteme, donde esos estados mentales malos y perjudiciales que surgieron cesan sin que quede ni rastro.
Una persona transgrede y no se arrepiente. Y no entiende…
Una persona no transgrede, pero aún así se arrepiente. Y no entiende…
Una persona no transgrede ni se arrepiente, pero no entiende…
Una persona no transgrede ni se arrepiente. Y entiende dónde cesan esos estados mentales malos y perjudiciales que han surgido sin que quede ni rastro.
Tomemos el caso de la persona que transgrede y se arrepiente. Y no entiende realmente la liberación de la conciencia y la liberación mediante la episteme, donde esos estados mentales malos y perjudiciales que surgieron cesan sin que quede ni rastro.
Se le debe decir: «Venerable, las tendencias subyacentes nacidas de la transgresión se encuentran en ti, y las tendencias subyacentes nacidas del arrepentimiento crecen. Harías bien en abandonar las tendencias subyacentes que nacen de la transgresión y deshacerte de las tendencias subyacentes que nacen del arrepentimiento, y luego desarrollar tu mente y la sabiduría. De esta forma te convertirás en una quinta persona».
Tomemos el caso de la persona que transgrede y no se arrepiente. Y él no entiende…
Se le debe decir: «Venerable, las tendencias subyacentes nacidas de la transgresión se encuentran en ti, pero las tendencias subyacentes nacidas del arrepentimiento crecen. Harías bien en abandonar las tendencias subyacentes que nacen del arrepentimiento y luego desarrollar tu mente y la sabiduría. De esta forma te convertirás en una quinta persona».
Tomemos el caso de la persona que no transgrede pero se arrepiente. Y él no entiende…
Se le debe decir: «Venerable, las tendencias subyacentes nacidas de la transgresión no se encuentran en ti, pero las tendencias subyacentes nacidas del arrepentimiento crecen. Harías bien en abandonar las tendencias subyacentes que nacen del arrepentimiento y luego desarrollar tu mente y la sabiduría. De esta forma te convertirás en una quinta persona».
Tomemos el caso de la persona que ni transgrede ni se arrepiente, pero no entiende…
Se le debe decir: «Venerable, las tendencias subyacentes nacidas de la transgresión no se encuentran en ti, y las tendencias subyacentes nacidas del arrepentimiento no crecen. Harías bien en desarrollar tu mente y la sabiduría. De esta forma te convertirás en una quinta persona».
Y así, bhikkhus, cuando estas cuatro personas son aconsejadas e instruidas en comparación con la quinta persona, gradualmente logran el fin de las tendencias subyacentes.