Hubo un tiempo en que varios bhikkhus de alto rango se alojaban cerca de Benarés, en el Parque de los Ciervos de Isipatana. Luego, después de la comida, a su regreso de la ronda de limosnas, esta discusión surgió entre ellos mientras estaban sentados juntos en el pabellón.
—Venerables, ¿cuántas ocasiones hay para ir a ver a un bhikkhu reverenciado?
Al decir esto, uno de los bhikkhus les dijo a los bhikkhus mayores:
—Venerables, hay un momento después de la comida de un bhikkhu reverenciado cuando regresa de la ronda de limosnas. Después de lavarse los pies, se sienta con las piernas cruzadas, con el cuerpo erguido, y establece práctica correcta allí mismo. Ésa es la ocasión adecuada para ir a ver a un bhikkhu reverenciado.
Al decir esto, uno de los bhikkhus le dijo a ese bhikkhu:
—Venerable, esa no es la ocasión adecuada para ir a ver a un bhikkhu reverenciado. Porque en ese momento la fatiga de caminar y comer no se ha desvanecido. Hay un momento a última hora de la tarde en que un bhikkhu reverenciado sale del retiro. Se sienta a la sombra de su porche con las piernas cruzadas, con el cuerpo recto, y establece su práctica correcta allí mismo. Ésa es la ocasión adecuada para ir a ver a un bhikkhu reverenciado.
Al decir esto, uno de los bhikkhus le dijo a ese bhikkhu:
—Venerable, esa tampoco es la ocasión adecuada para ir a ver a un bhikkhu reverenciado. Porque en ese momento todavía está practicando el mismo tema de contemplación como base de contemplación en el que se enfocó durante el día. Hay un momento en que un bhikkhu reverenciado se ha levantado al amanecer. Se sienta con las piernas cruzadas y el cuerpo erguido y establece su práctica correcta allí mismo. Ésa es la ocasión adecuada para ir a ver a un bhikkhu reverenciado.
Al decir esto, uno de los bhikkhus le dijo a ese bhikkhu:
—Venerable, esa tampoco es la ocasión adecuada para ir a ver a un bhikkhu reverenciado. Porque en ese momento su cuerpo está lleno de vitalidad y le resulta fácil concentrarse en las instrucciones de los Buddhas.
Cuando se dijo esto, el venerable Mahākaccāna dijo a esos bhikkhus mayores:
—Venerables, he oído y aprendido esto en presencia del Buddha:
«Bhikkhus, hay seis ocasiones para ir a ver a un bhikkhu reverenciado».
—¿Qué seis?
—En primer lugar, hay un momento en el que la mente de un bhikkhu se ve abrumada y sumida en un deseo sensorial, y no comprende realmente el escape del deseo sensorial que ha surgido.
En esa ocasión deberia ir a ver a un bhikkhu reverenciado y decirle: «Mi mente está abrumada y sumida en el ansia sensorial, y no entiendo realmente el escape del deseo sensorial que ha surgido. Venerable, enséñame cómo renunciar al ansia sensorial». Entonces ese bhikkhu reverenciado le enseña cómo renunciar al ansia sensorial. Esta es la primera ocasión para ir a ver a un bhikkhu reverenciado.
Además, hay un momento en el que la mente de un bhikkhu se siente abrumada y enredada en la aversión… Esta es la segunda ocasión para ir a ver a un bhikkhu reverenciado.
Además, hay un momento en el que la mente de un bhikkhu se ve abrumada y sumida en el adormecimiento y la somnolencia… Esta es la tercera ocasión para ir a ver a un bhikkhu reverenciado.
Además, hay un momento en el que la mente de un bhikkhu se ve abrumada y sumida en la inquietud y el remordimiento… Esta es la cuarta ocasión para ir a ver a un bhikkhu reverenciado.
Además, hay un momento en el que la mente de un bhikkhu se ve abrumada y sumida en la duda… Esta es la quinta ocasión para ir a ver a un bhikkhu reverenciado.
Además, hay un momento en el que un bhikkhu no comprende en qué tipo de concentración necesita enfocarse para acabar con las tendencias subyacentes de la vida actual. En esa ocasión debería ir a ver a un bhikkhu reverenciado y decirle: «No entiendo en qué tipo de concentración debo enfocarme para terminar con las tendencias subyacentes de la vida presente. Venerable, enséñame cómo acabar con las tendencias subyacentes». Entonces, ese bhikkhu reverenciado le enseña cómo acabar con las tendencias subyacentes. Esta es la sexta ocasión para ir a ver a un bhikkhu reverenciado.
Venerables, he escuchado y aprendido esto en presencia del Buddha:
«Estas son las seis ocasiones para ir a ver a un bhikkhu reverenciado».