—Bhikkhus, estas ocho personas son dignas de las ofrendas dedicadas a los devas, dignas de hospitalidad, dignas de ofrendas, dignas de saludar con las palmas juntas, y son el campo supremo de mérito para el mundo.
—¿Qué ocho?
—El que entra en la corriente y el que practica para lograr el fruto de la entrada en la corriente. El que regresa una vez y el que practica para lograr el fruto del único regreso. El que no retorna y el que practica para lograr el fruto del no retorno. El perfeccionado y el que practica para la emancipación final. Estas son las ocho personas que son dignas de las ofrendas dedicadas a los devas, dignas de hospitalidad, dignas de ofrendas, dignas de saludar con las palmas juntas, y son el campo supremo de mérito para el mundo.
Cuatro practicando el camino
y cuatro establecidos en el fruto.
Este es el Saṅgha recto,
con sabiduría, ética y contemplación.
Para los humanos, esas criaturas que buscan méritos,
que patrocinan sacrificios,
acumulando métiros mundanos,
lo que se le da al Saṅgha es muy fructífero.