—Bhikkhus, si los ascetas que siguen otros caminos os preguntaran: «Venerables, ¿cuál es la raíz de todas las cosas? ¿Qué las produce? ¿Cuál es su origen? ¿Cuál es su lugar de encuentro? ¿Cuál es su jefe? ¿Cuál es su gobernante? ¿Cuál es su supervisor? ¿Cuál es su núcleo?». ¿Cómo les responderíais?
—Para nosotros, las cosas tienen su base en ti, Maestro. Eres nuestro guía y nuestro refugio. Sería bueno si pudieras explicarnos esto, ¡entonces recordaremos lo que nos digas! Eres nuestro guía y nuestro refugio. Señor, que el propio Buddha aclare el significado de esto. Los bhikkhus lo escucharán y lo recordarán.
—Entonces, bhikkhus, lo enseñaré. Escuchad y prestad mucha atención, yo hablaré.
—Sí, señor —respondieron.
El Buddha dijo esto:
—Bhikkhus, si los ascetas que siguen otros caminos os preguntaran: «Venerables, ¿cuál es la raíz de todas las cosas? ¿Qué las produce? ¿Cuál es su origen? ¿Cuál es su lugar de encuentro? ¿Cuál es su jefe? ¿Cuál es su gobernante? ¿Cuál es su supervisor? ¿Cuál es su núcleo?».
Debéis responderles: «Venerables, todas las cosas está arraigadas en el ansia. Se producen a través de los sentidos. Se originan en el contacto. Su lugar de encuentro son las reacciones emocionales. Su guía es la concentración. Están gobernadas por la práctica. La sabiduría es su supervisor y su núcleo es la liberación».
Cuando os pregunten los ascetas que siguen otros caminos, así es como debes responderles.