En cierto momento, el Buddha se encontraba en un bosque cerca de Icchānaṅgala. Allí se dirigió a los bhikkhus:.
—Bhikkhus, deseo hacer un retiro durante tres meses. Nadie debe acercarse a mí, excepto el que trae mi comida de limosna.
—Sí, Maestro —respondieron esos bhikkhus. Y nadie se le acercó, excepto el que llevaba la limosna.
Más tarde, después de tres meses, el Buddha salió del retiro y se dirigió a los bhikkhus:.
—Bhikkhus, si los ascetas que siguen otros caminos os preguntaran: «Venerables, ¿cuál era la meditación habitual del asceta Gotama durante la residencia de la temporada de lluvias?». Deberías responderles así: «Venerables, la meditación habitual del asceta Gotama durante la residencia de la temporada de lluvias es la contemplación mediante las instrucciones de la práctica de la respiración».
En este sentido:.
Consciente, inhalo. Consciente, exhalo.
Cuando respiro profundamente, sé: «Estoy respirando profundamente». Cuando exhalo profundamente, sé: «Estoy exhalando profundamente». Cuando inhalo ligeramente, sé: «Estoy inhalando ligeramente». Cuando exhalo ligeramente, sé: «Estoy exhalando ligeramente»..
Sé: «Apreciaré la situación condicional del cuerpo». Sé: «Inspiraré dejando ir la observación». Sé: «Exhalaré dejando ir la observación».
Porque si algo debería llamarse correctamente «la meditación de un noble», o «la meditación de un Brahmā», o bien «la meditación de un Tathāgata», es la contemplación mediante las instrucciones de la práctica de la respiración.
Para aquellos bhikkhus que son aprendices, que no han terminado con las tendencias subyacentes en la conciencia, pero viven aspirando al santuario supremo, el desarrollo y cultivo de la contemplación mediante las instrucciones de la práctica de la respiración conduce al fin de las tendencias subyacentes en la conciencia.
Para aquellos bhikkhus que son Dignos, que han terminado con las tendencias subyacentes en la conciencia, han completado la vida de renuncia, hecho lo que se tenía que hacer, dejaron la carga, alcanzaron su propia meta, acabaron por completo con las adicciones del renacimiento y están correctamente liberados a través de la iluminación. El desarrollo y cultivo de la contemplación mediante las instrucciones de la práctica de la respiración conduce al modo de vida feliz en este mundo y a la episteme.
Porque si algo debería llamarse correctamente «la meditación de un noble», o «la meditación de un Brahmā», o «la meditación de un Tathāgata», son la contemplación mediante las instrucciones de la práctica de la respiración.