En cierto momento, el Buddha se encontraba cerca de Rājagaha, en la montaña del Pico del Buitre.
Entonces el Buddha dijo a los bhikkhus:
—Venid, bhikkhus, vayamos al Pico de la Inspiración para pasar allí el resto del día.
—Sí, Maestro, respondieron. Luego, el Buddha junto con varios bhikkhus fueron al Pico de la Inspiración.
Cierto bhikkhu vio el gran acantilado allí y le dijo al Buddha:
—Señor, ese gran acantilado es realmente profundo y aterrador. ¿Hay algún otro acantilado más profundo y aterrador que este?
—Lo hay, bhikkhu.
—¿Y cuál es?
—Bhikkhu, hay ascetas y brahmanes que no comprenden verdaderamente el sufrimiento, su origen, su cese y el camino. Disfrutan de las acciones que conducen al renacimiento, a la vejez y a la muerte, al dolor, a la lamentación, al sufrimiento, a la tristeza y a la angustia. Dado que disfrutan de tales acciones, continúan haciéndolas. Habiendo tomado acciones que conducen al renacimiento, a la vejez y a la muerte, al dolor, a la lamentación, al sufrimiento, a la tristeza y a la angustia, caen por el precipicio del renacimiento, de la vejez y de la muerte, del dolor, de la lamentación, del sufrimiento, de la tristeza y de la angustia. No están libres del renacimiento, de la vejez y de la muerte, del dolor, de la lamentación, del sufrimiento, de la tristeza y de la angustia. No se libran del sufrimiento, digo.
Hay ascetas y brahmanes que entienden verdaderamente el sufrimiento, su origen, su cese y el camino. No se complacen en las acciones que conducen al renacimiento, a la vejez y a la muerte, al dolor, a la lamentación, al sufrimiento, a la tristeza y a la angustia. Como no disfrutan de tales acciones, dejan de hacerlas. Habiendo abandonado de la situación condicional que conduce al renacimiento, a la vejez y a la muerte, al dolor, a la lamentación, al sufrimiento, a la tristeza y a la angustia, no caen por el precipicio del renacimiento, la vejez y la muerte, el dolor, la lamentación, el sufrimiento, la tristeza y la angustia. Están libres del renacimiento, de la vejez y de la muerte, del dolor, de la lamentación, del sufrimiento, de la tristeza y de la angustia. Están libres del sufrimiento, digo.
Por eso debes practicar la contemplación.