En cierto momento, un brahmán acomodado se acercó al Buddha y, sentado a un lado, le dijo:
—Maestro Gotama, he escuchado que los brahmanes del pasado que eran ancianos y mayores, los maestros de maestros, que decían: «En los viejos tiempos este mundo estaba tan lleno de gente como el infierno, simplemente lleno de gente. Los pueblos, ciudades y capitales no estaban a más de un vuelo de gallina de distancia». ¿Cuál es la causa, señor, cuál es la razón por la que en estos días ha disminuido el número de seres humanos, es evidente una disminución de la población y han desaparecido aldeas, pueblos, ciudades y países enteros?
—En estos días, brahmín, los humanos enamorados de la lujuria, están llenos del maldad y estancados en doctrinas falsas. Tomando cuchillos afilados, se asesinan entre sí. Y muere mucha gente. Esta es la causa, esta es la razón por la que en estos días el número de seres humanos ha disminuido.
Además, debido a que en estos días los humanos están encantados con la lujuria… Los cielos no proporcionan suficiente lluvia, por lo que hay hambre, una mala cosecha, con cosechas arruinadas que se convierten en paja. Y muere mucha gente. Esta es la causa, esta es la razón por la que en estos días el número de seres humanos ha disminuido.
Además, debido a que en estos días los humanos están encantados con la lujuria… Los yakkās dejan sueltos a monstruos despiadados. Y muere mucha gente. Esta es la causa, esta es la razón por la que en estos días el número de humanos ha disminuido.
—¡Excelente, Maestro Gotama! ¡Excelente!. Desde este día en adelante, que el Maestro Gotama me recuerde como un seguidor laico que se ha refugiado de por vida.