AN 4.12: Ética

—Bhikkhus, vivid los preceptos éticos y el código monástico. Vivid comedidos en el código de conducta, comportándoos bien y buscando limosna en los lugares adecuados. Al ver el peligro en la más mínima falta, respetad las reglas que habéis asumido. Cuando hayáis hecho esto, ¿qué más podéis hacer?

Supongamos que un bhikkhu se ha deshecho del ansia y de la aversión mientras camina, y ha abandonado el adormecimiento y la somnolencia, la inquietud y el remordimiento y la duda. Su energía se despierta inquebrantable, no ha olvidado proveerse de las instrucciones de la práctica, su cuerpo está relajado y tranquilo, y su mente está inmersa en la contemplación. Se dice que un bhikkhu así es «entusiasta y prudente, siempre enérgico y decidido» cuando camina.

Supongamos que un bhikkhu se ha deshecho del ansia y de la aversión mientras está pie… mientras está sentado… o cuando está acostado estando despierto, y ha abandonado el adormecimiento y la somnolencia, la inquietud y el remordimiento y la duda. Su energía se despierta inquebrantable, no ha olvidado proveerse de las instrucciones de la práctica, su cuerpo está relajado y tranquilo, y su mente está inmersa en la contemplación. Se dice que un bhikkhu así es «entusiasta y prudente, siempre enérgico y decidido» cuando está acostado estando despierto.

Caminando con cuidado, estando de pie con cuidado,

sentado con cuidado, acostado con cuidado,

un bhikkhu dobla con cuidado sus miembros

y los extiende con cuidado.

Arriba, abajo y alrededor,

hasta donde se extiende la tierra,

escudriña el ascenso y la caída

de fenómenos como los factores de aferramiento a la existencia.

Entrenando en lo que conduce a la tranquilidad mental,

entrenando siempre consciente,

a ese bhikkhu lo llaman

«siempre decidido».

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