AN 4.193: Con Bhaddiya

En cierta ocasión, el Buddha se encontraba cerca de Vesāli, en el Gran Bosque, en la sala con el techo puntiagudo. Entonces Bhaddiya, el licchavi, se acercó al Buddha, se inclinó, se sentó a un lado y le dijo:

—Señor, he oído esto: «El asceta Gotama es un mago. Conoce una magia de conversión y la usa para convertir a los discípulos de quienes siguen otros caminos». Confío en que aquellos que dicen esto repitan lo que dijo el Buddha y no lo tergiversan con mentiras. ¿Su explicación está en consonancia con la Enseñanza? ¿Existe algún motivo legítimo para la reprimenda y la crítica?

—Por favor, Bhaddiya, no te guíes por la transmisión oral, no te guíes por el linaje, no te guíes por relatos, no te guíes por la autoridad canónica, no confíes en la lógica, no confíes en la inferencia, no te dejes guiar por la contemplación razonada, no te dejes guiar por la aceptación de un punto de vista tras intenso deseo y lujuria, no te dejes guiar por la apariencia de competencia y no pienses: «El asceta es nuestro respetado maestro». Pero cuando sepas por ti mismo: «Estas cosas son perjudiciales, reprobables, criticadas por las personas sensatas, y cuando se cometen, provoca daño y sufrimiento», entonces debes renunciar a ellas.

¿Qué opinas, Bhaddiya? ¿El ansia surge en una persona para su bienestar o para su perjuicio?

—Para su perjuicio, señor.

—Un individuo ansioso, vencido por el ansia, mata seres vivos, roba, tiene relaciones sexuales con la mujer de otro, miente y anima a otros a hacer lo mismo, ¿eso conduce a su daño y a su sufrimiento por mucho tiempo?

—Sí, señor.

—¿Qué piensas, Bhaddiya?

—¿Aparece la aversión… o la ignorancia… o la agresión en una persona para su bienestar o para su perjuicio?

—Para su perjuicio, señor.

—Un individuo agresivo mata seres vivos, roba, tiene relaciones sexuales con la mujer de otro, miente y anima a otros a hacer lo mismo. ¿Eso conduce a su daño y a su sufrimiento por mucho tiempo?

—Sí, señor.

—¿Qué piensas, Bhaddiya, son estas cosas meritorias o perjudiciales?

—Perjudiciales, señor.

—¿Reprobables o intachables?

—Reprobables, señor.

—¿Criticables o elogiables por las personas sensatas?

—Criticables por la gente sensata, señor.

—Cuando se cometen, ¿provoca daño y sufrimiento, o no? ¿O cómo ves esto?

—Cuando se comete, provoca daño y sufrimiento. Así es como lo veo.

—Entonces, Bhaddiya, cuando dije: «Por favor, Bhaddiya, no te guíes por la transmisión oral, no te guíes por el linaje, no te guíes por rumores, no te guíes por la autoridad canónica, no confíes en la lógica, ni confíes en la deducción, ni en consideraciones reflexionadas, no confíes en estar de acuerdo con una opinión después de considerarla, no confíes en una apariencia de competencia, o en pensar: “este asceta es nuestro gurú”. Pero cuando sepas por ti mismo: “Estas cosas son meritorias, irreprochables, alabadas por las personas sensatas, y cuando las emprendas conducen al bienestar y a la felicidad”, entonces debes adquirirlas y conservarlas». Eso es lo que dije y por eso lo dije.

Por favor, Bhaddiya, no confíes en la transmisión oral… Pero cuando sepas por ti mismo: «Estas cosas son meritorias, irreprochables, elogiadas por las personas sensatas, y cuando se realizan, conducen al bienestar y a la felicidad», entonces debes adquirirlas y guardarlas.

¿Qué opinas, Bhaddiya? ¿La satisfacción… La benevolencia… La comprensión… La benevolencia surgen en una persona para su bienestar o para su daño?

—Para su bienestar, señor.

—Un individuo que es benevolente, que no está abrumado por la agresión, no mata seres vivos, no roba, no mantiene relaciones sexuales con la mujer de otro, no miente ni anima a otros a hacer lo mismo. ¿Eso conduce a su bienestar y a su felicidad durante mucho tiempo?

—Sí, señor.

—¿Qué piensas, Bhaddiya, son estas cosas meritorias o perjudiciales?

—Meritorias, señor.

—¿Reprobables o intachables?

—Intechables, señor.

—¿Criticadas o elogiadas por las personas sensatas?

—Elogiadas por la gente sensata, señor.

—Cuando las realizas, ¿conducen al bienestar y a la felicidad, o no? ¿o cómo ves esto?

—Cuando se realizan, conducen al bienestar y a la felicidad. Así es como lo vemos.

—Entonces, Bhaddiya, cuando te dije: «Por favor, Bhaddiya, no te guíes por la transmisión oral, no te guíes por el linaje, no te guíes por rumores, no te guíes por la autoridad canónica, no confíes en la lógica, ni confíes en la deducción, ni en consideraciones reflexionadas, no confíes en estar de acuerdo con una opinión después de considerarla, no confíes en una apariencia de competencia, o en pensar: “este asceta es nuestro gurú”. Pero cuando sepas por ti mismo: “Estas cosas son meritorias, irreprochables, alabadas por las personas sensatas, y cuando las emprendas conducen al bienestar y a la felicidad”, entonces debes adquirirlas y conservarlas». Eso es lo que dije y por eso lo dije.

La buena gente del mundo anima a sus discípulos: «Por favor, señor, vive libre del ansia. Entonces no actuarás por ansia a través del cuerpo, del habla o de la mente. Vive libre de aversión… de ignorancia… de agresión. Entonces no actuarás por aversión… ignorancia… ni agresión a través del cuerpo, del habla o de la mente».

Cuando dijo esto, Bhaddiya, el licchavi, le dijo al Buddha:

—¡Excelente, señor! Desde este día en adelante, que el Buddha me recuerde como un seguidor laico que se ha refugiado de por vida.

Bueno, Bhaddiya, ¿te dije: «por favor, Bhaddiya, sé mi discípulo y yo seré tu maestro»?

—No, señor.

—Aunque hablo y explico así, ciertos ascetas y brahmanes me tergiversan con la esta afirmación falsa, hueca, mentirosa y espuria: «El asceta Gotama es un mago. Conoce una magia de conversión y la usa para convertir a los discípulos de aquellos que siguen otros caminos».

—Señor, esta magia de conversión es excelente. ¡Esta magia de conversión es preciosa! Si mis seres queridos, familiares y parientes, se convirtieran por ella, sería para su bienestar y a su felicidad durante mucho tiempo. Si todos los chatrias, brahmanes, comerciantes y trabajadores se convertieran por ella, sería para su bienestar y a su felicidad durante mucho tiempo.

—¡Eso es tan cierto, Bhaddiya! ¡Eso es tan cierto, Bhaddiya! Si todos los chatrias, brahmanes, comerciantes y trabajadores se conviertieran con esto, sería para su bienestar y a su felicidad durante mucho tiempo. Si todo el mundo, con sus devas, Māras y Brahmās, en esta población con sus ascetas y brahmines, devas y humanos, se convirtieran por esto, por renunciar a las cualidades perjudiciales y abrazar las cualidades meritorias, sería para su bienestar y a su felicidad durante mucho tiempo. Si estos grandes árboles sāl se conviertieran con esto, por renunciar a cualidades perjudiciales y abrazar cualidades meritorias, sería para su bienestar y a su felicidad durante mucho tiempo. Y son árboles… ¡cuánto más para un ser humano!

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