—Bhikkhus, hacia el anochecer, el león, rey de las bestias, sale de su guarida, bosteza, mira alrededor en las cuatro direcciones y ruge su rugido de león tres veces. Luego se lanza a la caza.
—¿Por qué razón?
—Porque él piensa así: «¡Qué no dañe a ninguna de esas pequeñas criaturas que puedan interponerse en mi camino!».
«León» es un término para el Tathāgata, el Digno, el Buddha completamente iluminado. Cuando el Tathāgata imparte la Enseñanza a una asamblea, este es el rugido de su león.
El Tathāgata posee diez poderes de un Tathāgata. Con estos reclama el lugar del toro, ruge su rugido de león en las asambleas y hace girar la rueda de Brahmā.
—¿Qué diez?
—En primer lugar, el Tathāgata comprende completamente lo posible como posible y lo imposible como imposible. Ya que él realmente entiende esto, este es un poder del Tathāgata. Confiando en esto, reclama el lugar del toro, ruge su rugido de león en las asambleas y hace girar la rueda de Brahmā.
Además, el Tathāgata comprende completamente el resultado de las acciones realizadas en el pasado, el futuro y el presente en términos de causas y condiciones. Ya que él realmente entiende esto, este es un poder del Tathāgata…
Además, el Tathāgata comprende completamente a dónde conducen todos los caminos de la práctica. Ya que él realmente entiende esto, este es un poder del Tathāgata…
Además, el Tathāgata comprende completamente el mundo con sus muchos y diversos elementos. Ya que él realmente entiende esto, este es un poder del Tathāgata…
Además, el Tathāgata comprende completamente las diversas actitudes de los seres. Ya que él realmente entiende esto, este es un poder del Tathāgata…
Además, el Tathāgata comprende completamente las facultades de otros seres y otros individuos después de comprenderlas con su mente. Ya que él realmente entiende esto, este es un poder del Tathāgata…
Además, el Tathāgata comprende completamente la corrupción, la purificación y el camino hacia un estado superior con respecto a las jhānas, liberaciones, contemplaciones y logros contemplativos. Ya que él realmente entiende esto, este es un poder del Tathāgata…
Además, el Tathāgata recuerda muchos tipos de vidas pasadas. Es decir: uno, dos, tres, cuatro, cinco, diez, veinte, treinta, cuarenta, cincuenta, cien, mil, cien mil renacimientos, muchos eones del mundo contrayéndose, muchos eones del mundo expandiéndose, muchos eones del mundo contrayéndose y expandiéndose. Él recuerda: «Allí, me llamaron así, mi clan era aquel, me veía así, y esa era mi comida». Así fue como sentí placer y dolor, y así fue como terminó mi vida. Cuando fallecí en ese lugar, renací en otro lugar. Allí también me llamaron así, mi clan era aquel, me veía así y esa era mi comida. Así fue como sentí placer y dolor, y así fue como terminó mi vida. «Cuando fallecí en ese lugar, renací aquí». Así recuerda sus muchas vidas pasadas, con sus características y detalles. Ya que él realmente entiende esto, este es un poder del Tathāgata…
Además, con una clarividencia purificada y sobrehumana, el Tathāgata ve a los seres morir y renacer, inferiores y superiores, hermosos y feos, en un buen o mal lugar. Entiende cómo los seres renacen de acuerdo con sus acciones. «Seguramente estos seres hicieron cosas malas a través del cuerpo, del habla y de la mente. Hablaban mal de los nobles, tenían una creencia incorrecta, y actuaron de esa manera equivocada». Cuando su cuerpo se desintegre, después de la muerte, renacen en un lugar de pérdida, un mal lugar, el inframundo, el infierno. Sin embargo, seguramente estos seres hicieron cosas buenas a través del cuerpo, del habla y de la mente. Nunca hablaron mal de los nobles, tenían la creencia correcta, y actuaron desde esa correcta creencia. «Cuando su cuerpo se desintegre, después de la muerte, renacen en un buen lugar, un reino celestial». Y entonces, con una clarividencia purificada y sobrehumana, ve a los seres morir y renacer, inferiores y superiores, hermosos y feos, en un buen o mal lugar. Entiende cómo los seres renacen de acuerdo con sus acciones. Ya que él realmente entiende esto, este es un poder del Tathāgata…
Además, el Tathāgata ha logrado la liberación de la conciencia y la liberación mediante la episteme en esta misma vida, y vive habiendo realizado con su propia episteme el fin de las tendencias subyacentes. Ya que él realmente entiende esto, este es un poder del Tathāgata…
Estos son los diez poderes del Tathāgata que posee el Tathāgata. Con estos reclama el lugar del toro, ruge su rugido de león en las asambleas y hace girar la rueda de Brahmā.