Allí, Sāriputta se dirigió a los bhikkhus:
—Como un bhikkhu hace su cama, así debe acostarse en ella y morir atormentado por los remordimientos.
—¿Y cómo muere un bhikkhu atormentado por los remordimientos?
—Tomemos como ejemplo a un bhikkhu que disfruta con el trabajo, con la conversación, con el sueño, con la compañía, con la cercanía y con los impedimentos. Le encantan estas cosas y le gusta disfrutarlas. Un bhikkhu que hace su cama así debe acostarse en ella y morir atormentado por los remordimientos. A esto se le llama un bhikkhu que disfruta de la identificación, que no ha renunciado a la identificación para acabar con el sufrimiento.
Como un bhikkhu hace su cama, debe acostarse en ella y morir sin remordimientos.
—¿Y cómo muere un bhikkhu sin remordimientos?
—Tomemos como ejemplo un bhikkhu al que no le guste el trabajo, ni la conversación, ni el sueño, ni la compañía, ni la cercanía y tampoco los impedimentos. No ama estas cosas ni le gusta disfrutarlas. Un bhikkhu que hace su cama así debe acostarse en ella y morir sin remordimientos. A esto se le llama un bhikkhu que se deleita en el Nibbāna, que ha renunciado a la identificación para acabar con el sufrimiento.
A los seres que les gustan los impedimentos,
disfrutan de los impedimentos,
no logran Nibbāna,
la incomparable liberación de las adicciones.
Pero quien abandona los impedimentos,
disfrutando del estado libre de impedimentos,
gana Nibbāna,
la incomparable liberación de las adicciones.