—Bhikkhus, os enseñaré una exposición de la Enseñanza sobre lo conectado y lo desconectado. Escuchad y prestad mucha atención, hablaré…
—¿Y cuál es la exposición de la Enseñanza sobre lo conectado y lo desconectado?
—Una mujer se enfoca en su propia feminidad: sus movimientos femeninos, apariencia femenina, formas femeninas, deseos femeninos, voz femenina y adornos femeninos. Ella se siente estimulada por esto y se complace en ello.
Entonces ella se enfoca en la masculinidad de los demás: movimientos masculinos, apariencia masculina, formas masculinas, deseos masculinos, voz masculina y adornos masculinos. Ella se siente estimulada por esto y se complace en ello. Entonces ella desea conectarse con él. Y desea el placer y la felicidad que se derivan de esa conexión. Los seres que están aferrados a su feminidad están conectados a los hombres. Es así como una mujer no trasciende su feminidad.
Un hombre se enfoca en su propia masculinidad: sus movimientos masculinos, apariencia masculina, formas masculinas, deseos masculinos, voz masculina y adornos masculinos. Se siente estimulado por esto y disfruta con ello. Entonces se enfoca en la feminidad de las demás: movimientos femeninos, apariencia femenina, formas femeninas, deseos femeninos, voz femenina y adornos femeninos. Se siente estimulado por esto y disfruta con ello. Por eso desea conectarse con ella. Y desea el placer y la felicidad que se derivan de esa conexión. Los seres que están aferrados a su masculinidad están ligados a las mujeres. Así es como un hombre no trasciende su masculinidad. Así es como uno está conectado.
—¿Y cómo se desconecta uno?
—Una mujer no se centra en su propia feminidad: sus movimientos femeninos, apariencia femenina, formas femeninas, deseos femeninos, voz femenina y adornos femeninos. Esto no la estimula ni se complace en ello. Entonces ella no se enfoca en la masculinidad de los demás: movimientos masculinos, apariencia masculina, formas masculinas, deseos masculinos, voz masculina y adornos masculinos. Esto no la estimula ni se complace en ello. Entonces ella no desea conectarse con él. Tampoco desea el placer y la felicidad que provienen de tal vínculo. Los seres que no están aferrados a su feminidad no están conectados a los hombres. Así es como una mujer trasciende su feminidad.
Un hombre no se enfoca en su propia masculinidad: movimientos masculinos, apariencia masculina, formas masculinas, deseos masculinos, voz masculina y adornos masculinos. Esto no lo estimula ni se complace en ello. Entonces no se enfoca en la feminidad de los demás: movimientos femeninos, apariencia femenina, formas femeninas, deseos femeninos, voz femenina y adornos femeninos. Esto no lo estimula y no se complace en ello. Entonces él no desea conectarse con ella. Tampoco desea el placer y la felicidad que se derivan de tal vínculo. Los seres que no están aferrados a su masculinidad no están conectados a las mujeres. Así es como un hombre trasciende su masculinidad. Así es como uno se desconecta.
Esta es la exposición de la Enseñanza sobre lo conectado y lo desconectado.